El Nuncio Apostólico en Irak, Mons. Fernando Filoni, consideró preocupante el éxodo de los cristianos de este país durante las últimas dos semanas, tras los atentados contra varias iglesias en Bagdad y Mosul.
Sin embargo, Mons. Filoni no confirmó ni desmintió la cifra de 40 mil personas difundida por la ministra de Desplazamientos y Emigraciones del Gobierno provisional iraquí Pascale Icho Warda, única cristiana del gabinete.
El Nuncio declaró que el éxodo de los cristianos podría detenerse si la comunidad internacional, que en teoría está comprometida en la pacificación, "tradujese esos intentos" en hechos concretos.