Al recibir hoy a los Obispos de Madagascar en visita ad Limina, el Papa Francisco los alentó a "no dudar nunca del dinamismo del Evangelio, ni de su capacidad para convertir los corazones a Cristo resucitado".
El Santo Padre les indicó que para esto "es necesario que la fe que testimonian los cristianos sea vivida diariamente", y para que su testimonio sea creíble "la vida debe ser coherente con la fe".
"Esta invitación está dirigida principalmente al clero y personas consagradas. El sacerdocio, como la vida consagrada, no son medio de ascenso social sino un servicio a Dios y a los hombres".