El Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Cardenal Stanislaw Rylko, destacó que "ante el 'cristianismo cansado' y desalentado de tantos bautizados" los nuevos movimientos eclesiales y las nuevas comunidades "lanzan el desafío de una fe vivida en la alegría y entusiasmo" y proponen "una gran pasión misionera para los alejados y los nuevos areópagos de la cultura moderna".
Así lo expresó el Purpurado en entrevista concedida a Radio Vaticano con ocasión del seminario para obispos que se realiza en la localidad de Rocca di Papa (Italia), desde hoy hasta el sábado 17 de mayo, para reflexionar sobre los nuevos movimientos. En este evento se han dado cita prelados de más de 50 países así como los fundadores y responsables de los principales movimientos del mundo.
Tras recordar que el Papa Benedicto XVI ha explicado que "la respuesta de los pastores de la Iglesia a los nuevos carismas debe ser de apertura y acogida animada por el amor que hace dóciles al designio salvífico de Dios, que se expresa también en estos dones", el Cardenal Rylko destacó que tanto para el actual Pontífice como para Juan Pablo II los movimientos constituyen "un don providencial para nuestro tiempo y un gran signo de esperanza para la Iglesia y para la humanidad".