La comunidad cristiana de Odisha, al este de India, está conmocionada por una nueva manifestación de odio e intolerancia, que llegó al punto de golpes brutales y el incendio de una vivienda a manos de una turba de extremistas hindúes.
Según recoge la agencia vaticana Fides, el 27 de febrero una niña de 2 años, hija de una familia cristiana, falleció. Mientras se preparaba para sepultar a la menor en una propiedad suya, la familia se vio obstaculizada por otros pobladores, que exigían que el entierro se realice fuera del poblado.
Para poder enterrarla en su propiedad, les exigieron el pago de 5 mil rupias (alrededor de 76 dólares).