9 de julio de 2010 / 04:45 PM
El Arzobispo electo de Bogotá, Mons. Rubén Salazar Gómez, expresó su confianza en la gracia de Dios para afrontar los "retos muy especiales" de una ciudad con presencia del crimen organizado, pobreza, y que es sede del poder político del país.
"Bogotá es la Arquidiócesis más grande de Colombia, con una población cercana a los cuatro millones de habitantes. Los seres humanos somos limitados, no podemos decir que tengamos todas las capacidades y cualidades, especialmente para desempeñar un cargo tan delicado como ser Arzobispo de Bogotá", expresó a la prensa.
Mons. Salazar añadió que recibe el nombramiento "con alegría, temor y confianza. Sé que si el Señor nombra también da toda la gracia que se necesita".