La nueva ley de identidad de género, aprobada por el Senado argentino el 9 de mayo, permitirá que menores de edad cambien de sexo en sus documentos de identidad, con o sin el consentimiento de sus progenitores.
En abril de este año, el Centro de Bioética de Argentina criticó este tipo de reformas en la legislación civil que se vienen realizando en ese país, pues se "pierde la riqueza de varón y mujer y se diluye en una forma de vida donde la sexualidad es pura construcción cultural".
La norma, que describe la identidad de género como "la vivencia del género tal como cada persona la siente, corresponda o no con el sexo asignado en el nacimiento", indica que si los padres del menor se oponen a la decisión del cambio de sexo, los niños y adolescentes podrán realizar el trámite ante las autoridades con la supervisión de un abogado.