En una reciente entrevista concedida a Asia Times, el Papa Francisco expresó su admiración por la "milenaria cultura" china, a la vez que reflexionó sobre el envejecimiento poblacional en el país asiático -consecuencia de la política del hijo único recientemente abolida-, y la necesidad de todo país de "tomar la responsabilidad de su propio camino".
En la entrevista realizada en ocasión del Año Nuevo Chino, el Santo Padre advirtió que "el envejecimiento de la población y de la humanidad está sucediendo en muchos lugares", como en Italia y España donde la tasa de natalidad es casi cero; todo lo contrario de África, donde "fue un placer ver a los niños en las calles" durante su viaje de noviembre pasado.
En el caso de China, indicó que el problema "de no tener hijos debe ser muy doloroso; debido a que la pirámide (económica) está invertida y luego un niño tiene que soportar la carga de su padre, madre, abuelo y abuela. Y esto es agotador, exigente, desorientador. No es la manera natural". "Entiendo que China ha abierto posibilidades en este frente", dijo el Papa.