¿Capitalismo diabólico?: "el capitalismo y el provecho no son diabólicos si no se les convierte en ídolos. No lo son si se mantienen como instrumentos. Si en cambio, domina la ambición desencadenada del dinero, si el bien común y la dignidad de los seres humanos pasan a un segundo o tercer plano, si el dinero y el provecho y el provecho a todo costo se convierten en fetiches de adoración, si la codicia está en la base de nuestro sistema social y económico, entonces así nuestras sociedades corren hacia la ruina. Los hombres y la creación entera no deben estar al servicio del dinero: ¡las consecuencias de lo que puede suceder están ante los ojos de todos!
¿Por qué un Jubileo de la Misericordia?: "desde Pablo VI, la Iglesia ha puesto un gran acento en la referencia a la misericordia. Durante el pontificado de San Juan Pablo II, este acento se expresó con más fuerza todavía: con la encíclica "Dives in misericordia", la institución de la fiesta de la Divina Misericordia (el domingo después de Pascua), la canonización de Santa Faustina Kowalska (religiosa polaca 1905-1938). Como prolongación de esta línea, reflexionando en la oración, pensé que sería muy bueno proclamar un año santo de la misericordia, el jubileo de la misericordia.
El rol del Papa y la Santa Sede como mediadores en conflictos: "sobre estos asuntos delicados, la acción del Papa y de la Santa Sede se mantiene independiente del grado de simpatía o entusiasmo que suscita en un momento u otro en las personalidades. Buscamos alentar con el diálogo la solución a los conflictos y la construcción de la paz. Buscamos incansablemente las voces pacíficas y negociadas para resolver las crisis y los conflictos.
La Santa Sede no tiene intereses propios por defender en la escena internacional, pero se trata de usar todos los canales posibles para alentar las reuniones, los diálogos, los procesos de paz, el respeto por los derechos del hombre. Con mi presencia en países como Albania, Bosnia-Herzegovina, he tratado de poner ejemplos de coexistencia y de colaboración entre los hombres y mujeres que pertenecen a distintas religiones para que curen las heridas siempre abiertas que han provocado las recientes tragedias.