Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, quien fuera hasta hace unos días Arzobispo de Moscú y que ahora va a dirigir la Arquidiócesis de Minsk en Bielorrusia, señaló que está "siempre al servicio de la Iglesia. Soy como un soldado: cuando mi jefe me pide ir a un puesto o a otro, siempre estoy disponible. Nuestra fuerza es la obediencia".
"Voy a Minsk con gran alegría, obediente al Santo Padre y con espíritu de gran responsabilidad. Dejo Moscú porque esta es la voluntad de Dios: la voluntad del Santo Padre, para mí, es la voluntad de Dios y debo trabajar en donde Él me pide hacerlo", dijo el Prelado a radio vaticano.
Mons. Kondrusiewicz explicó luego que deja en Moscú "una parte de mi corazón porque aquí todo lo inicié de cero: me encontré con la necesidad de reconstruir las estructuras, la Catedral, las comisiones, armar la Curia, construir el instituto teológico, luego el Seminario. Hemos impreso más de 600 libros en ruso -solo en mi Arquidiócesis.