El Papa Francisco recibió a los obispos de la Conferencia Episcopal de Letonia y Estonia al concluir su visita ad limina. En el discurso que les entregó, volvió a hablar de la importancia de la familia y alertó contra una "concepción reductiva" que "también influye en la mentalidad de los cristianos" y lleva a considerar como matrimonio cualquier "forma de gratificación afectiva".
El Pontífice escribió que "'en nuestra época el matrimonio se considera una forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier modo y modificarse según la sensibilidad de cada uno".
"Desafortunadamente –alertó– esta concepción reductiva también influye en la mentalidad de los cristianos, y lleva a la facilidad en el recurso al divorcio o a la separación".