En la Misa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que "no se puede entender la vida cristiana sin la presencia del Espíritu Santo" que lleva al fiel a Jesús, que lo acompaña en el camino y le da la vitalidad que necesita para sostenerse.
Así lo indicó el Santo Padre en la homilía de la Eucaristía en la que estuvieron presentes algunos empleados de la fábrica de San Pedro. El Papa dijo que el Espíritu Santo es "justamente Dios, la Persona Dios, que da testimonio de Jesucristo en nosotros" y que "nos defiende" y "siempre está a nuestro lado para sostenernos":
"No se puede entender la vida cristiana sin la presencia del Espíritu Santo: no sería cristiana. Sería una vida religiosa, pagana, que da lástima, que cree en Dios, pero sin la vitalidad que Jesús quiere para sus discípulos. Y aquello que da la vitalidad es el Espíritu Santo, presente".