En su discurso a los miembros del Gobierno de Benin, el Cuerpo Diplomático y los representantes de las principales religiones de ese país africano, el Papa Benedicto XVI hizo una profunda reflexión sobre la realidad de África y alentó a todos a no privar a los pueblos de la esperanza que Dios da a todos los hombres.
Luego de llegar al Palacio Presidencial de Cotonou tras celebrar la Santa Misa en privado en la capilla de la Nunciatura Apostólica. Benedicto XVI fue recibido por el presidente de la República, Thomas Boni Yayi.
En la Sala del Pueblo el Papa dirigió un extenso y agudo discurso en el que pasó revista a diversos aspectos sociopolíticos y relacionados al diálogo interreligioso en el que Benin es un ejemplo para otras sociedades en el mundo actual.