11 de enero de 2010 / 01:02 PM
El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, reiteró que los pastores de la Iglesia, como él, no pueden callar ante los ataques al matrimonio y la familia, como el perpetrado por los legisladores del DF que aprobaron las uniones homosexuales y les concedieron a estas parejas la capacidad de adoptar.
Ante una serie de agresiones de sectores minoritarios que han reaccionado a la firme declaración que hizo el Purpurado sobre esta ley que calificó como inmoral, inadmisible y condenable, el Arzobispo Primado agradeció las muestras de solidaridad, primero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y luego de diversos líderes de otras confesiones cristianas en el país.
En el texto, el Cardenal Rivera señaló que "la Palabra de Dios será siempre la guía de nuestra fe y un consuelo lleno de paz que nos conforta en las persecuciones y tribulaciones; por ello, no puede menos que venir a la memoria aquel pasaje de los Hechos de los Apóstoles cuando los enemigos de Jesucristo, llenos de odio, prohibieron a Pedro, Juan y a los Discípulos hablar y enseñar en el nombre de Jesús, pero ellos, llenos del Espíritu Santo, respondieron con valentía. ‘No podemos obedecer a los hombres antes que a Dios’".