En el marco del primer día del Congreso Eucarístico y Mariano que se celebra en la ciudad de Piura, en el norte del Perú, el Arzobispo José Antonio Eguren recordó a la multitud de fieles reunida en el estado Miguel Grau que "no hay mayor amor en la tierra que cuando un sacerdote celebra la Eucaristía".
Ante la Cruz de la Evangelización, la primera traída por los misioneros españoles a tierras peruanas y acompañado de diversos obispos presentes para este importante evento, el Arzobispo de Piura y Tumbes explicó que el desafío de este Congreso Eucarístico, en este tercer milenio, está en "tomar sin vacilaciones la cruz, de atraerla fuertemente a nuestro pecho, de comprometernos generosamente con Cristo en su Iglesia y ser los misioneros, los apóstoles, los testigos que nuestra Piura y nuestro Tumbes necesita".
"Por eso estoy seguro que mi sueño se hará realidad: este Congreso Eucarístico y Mariano nos renovará a todos para ser testigos más convincentes de Cristo, nos impulsará con mayor decisión como Iglesia de Jesucristo a dar razón de nuestra fe a todo aquel que nos la pida, y con ella de nuestra esperanza. Porque la obra de la Evangelización comenzada hace cinco siglos en nuestras tierras no termina, y cada generación tiene que aportar lo suyo en esa gesta que comienza y sólo culminará cuando Cristo venga al final de los tiempos, en su última y definitiva venida", agregó.