Al reflexionar en la audiencia general de hoy sobre la oración en las cartas de San Pablo, el Papa Benedicto XVI señaló que "no hay ningún grito humano que no sea escuchado por Dios", especialmente en la oración que libera a la persona de la esclavitud y permite sobrellevar el sufrimiento.
Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro esta mañana, el Papa explica que la oración es fundamentalmente la obra de Dios en cada uno, que permite el diálogo profundo e íntimo con el Señor a través del Espíritu Santo.
"En la oración, nosotros experimentamos, más que en otras dimensiones de la existencia, nuestra debilidad, nuestra pobreza, nuestro ser criaturas, porque nos encontramos ante la omnipotencia y la trascendencia de Dios".