Durante la Misa por el segundo domingo de Cuaresma en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, profundizó en el pasaje de la Transfiguración del Señor y afirmó que “no hay revelación de Dios ni encuentro verdadero con Jesucristo si no hay oración”.
El Cardenal explicó que “la liturgia de la palabra nos ha presentado tres grandes revelaciones: la revelación de la fidelidad de Dios al hombre en la persona de Abraham; la revelación del destino glorioso del hombre que se nos manifiesta en Cristo; y finalmente, en la Transfiguración, la revelación de la divinidad de Cristo hecha por el Padre”.
Al referirse concretamente al pasaje del Monte Tabor, el Purpurado resaltó que “Jesús no subió al monte para ser transfigurado; la Transfiguración, en cierto sentido, sólo fue un efecto de su oración, querido por el Padre”.