No hacer del pecado una propuesta política

|

El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, defendió la vida y la familia, y afirmó que "la Iglesia comprende y perdona al pecador, pero el que hace del pecado (como el aborto y las uniones homosexuales), una propuesta política, no está en la Iglesia".

A poco más de un mes de las elecciones presidenciales, el Purpurado defendió el derecho de la Iglesia a "orientar a los fieles cuando hay esa sombra de falsedades" que promueve en el Perú el aborto o el mal llamado "matrimonio homosexual".

"Quítate de la mente esos dioses que hablan del aborto, esos dioses que pretenden destruir el matrimonio de un hombre con una mujer para siempre, esos dioses que quieren que la familia se pueda constituir de cualquier manera, esos dioses del abuso, del sexo y la droga", exhortó durante la Misa dominical.

Cruzada por la verdad

El día anterior, el Arzobispo de Lima alentó a seguir al Papa Benedicto XVI en su "cruzada por la verdad, porque Dios nos ha dado esa fuerza interior para buscar la verdad. La Iglesia dialoga, va al encuentro, pero no negocia con la verdad".

Más en América

El Purpurado también invitó a imitar a Juan Pablo II en su amor a la Iglesia y a Cristo para poder ser eficaces defensores de la vida. "Por eso, la primavera que anuncia Juan Pablo II con su beatificación es una primavera de servicio a la Iglesia", afirmó.

El Cardenal Cipriani hizo este pedido durante la Misa de Acción de Gracias por el 29° aniversario del Reconocimiento Pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación -24 de febrero-, y el sexto aniversario del fallecimiento de su fundador, Luigi Giussani, ocurrido el 22 de febrero de 2005.

Suscríbete a ACI Prensa

Recibe nuestras noticias más importantes por email.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Dona a ACI Prensa

Si decides ayudarnos, ten la certeza que te lo agradeceremos de corazón.