24 de marzo de 2010 / 09:24 AM
En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI habló sobre San Alberto Magno, "uno de los más grandes maestros de la teología escolástica" cuya enseñanza permanece actual hoy en día y testigo ejemplar de que no existe oposición entre fe y ciencia, sino que ambas se complementan para llegar a la verdad.
El Santo Padre recordó que el santo nació en Alemania a comienzos del siglo XIII, y se dedicó al estudio de las "’artes liberales’: gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría, astronomía y música, es decir, de la cultura general, mostrando aquel típico interés por las ciencias naturales, que se convertiría pronto en el campo favorito de su especialización".
Entró en la Orden de los Predicadores y tras la ordenación sacerdotal pudo perfeccionar el estudio de la teología en la universidad más célebre de la época, la de París. De esta ciudad le acompañó a Colonia Santo Tomás de Aquino. Por sus dotes, el Papa Alejandro IV quiso valerse de los consejos teológicos de San Alberto y después lo nombró Obispo de Ratisbona.