25 de marzo de 2010 / 09:21 AM
Al recibir esta mañana a los obispos de los países del norte de Europa al final de su visita ad limina en la Solemnidad de la Anunciación del Señor, que sirve de marco para la celebración en muchos países del Día del Niño por Nacer, el Papa Benedicto XVI los exhortó a promover la defensa de la vida, especialmente de los niños; pues tienen todos derecho a ser concebidos, traídos al mundo y educados en el matrimonio. Por ello, explicó, no existe el supuesto "derecho" al aborto.
En el discurso que les dirigió el Papa recordó que los fieles de esos países constituían "un pequeño rebaño, disperso en una amplia zona. Muchos tienen que viajar grandes distancias para encontrar una comunidad católica en la que puedan rendir culto". Por eso, dijo "es muy importante que se den cuenta de que cada vez que se reúnan en torno al altar para el sacrificio eucarístico están participando en un acto de la Iglesia universal, en comunión con los católicos de todo el mundo".
Después, refiriéndose a la celebración en mayo del Congreso sobre la Familia, en Jönköping (Suecia), afirmó que entre los mensajes principales de los prelados a los pueblos nórdicos está el de "la centralidad de la familia para la vida de una sociedad sana. Lamentablemente en los últimos años hemos asistido a un debilitamiento de la institución del matrimonio y de la comprensión cristiana de la sexualidad humana que durante tanto tiempo sentaron las bases de las relaciones personales y sociales en la sociedad europea.".