No basta la mera justicia para una sociedad justa, recuerda Arzobispo Ravasi

El Presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, Mons. Gianfranco Ravasi, explicó que para alcanzar la justicia cristiana "en nuestros tiempos no basta la mera justicia para hacer una sociedad justa. Hace falta crear una sociedad solidaria; pues solo con la dimensión de la solidaridad se construye una sociedad culturalmente diversa".

Así lo expresó el Arzobispo y biblista en la conferencia dedicada a la "Ética, cultura y sociedad", realizada en Santa Maria in Cosmedin y organizada por el Circolo de Roma este 14 de mayo. Según informa L'Osservatore Romano, Mons. Ravasi "hizo hincapié en la importancia de la utopía; no con el significado equivocado que hoy ha asumido esta palabra, sino en el sentido de gran proyecto, gran visión: y es así que la utopía tiene su valor" para lograr la verdadera justicia.

LOR prosigue indicando que el experto biblista precisa que "los primeros veinte capítulos del Apocalipsis, el libro conclusivo de la Biblia, representan eficazmente la historia de la humanidad, caracterizada por la injusticia y la opresión".

"Los últimos dos capítulos, sin embargo, presentan la visión de la Jerusalén celeste en la que no hay muerte ni luto ni lamento o afán. Se sabe que tal visión es una utopía, pero es el punto que indica una meta ideal a la cual tender" y que así "ayuda, a través del modelo que propone, a basar las políticas de una visión amplia en donde los hombres vivan con el compromiso de realizar un ideal político y moral".

El ser humano, continúa, que vive en una sociedad con sus normas y leyes, debe tener en cuenta en primer lugar que es "imagen de Dios": tal relación de semejanza, recuerda el biblista, exige la capacidad de amar y generar propia del ser humano hombre y mujer.

"Todo el ámbito de las relaciones personales no puede ser colocado debajo ni reducido a los mecanismos económicos-sociales, sino que debe tener una orientación de la conciencia moral dada al hombre como simbólicamente es extrínseca el libre albedrío entre el bien y el mal, en que se apoya la fundamental libertad humana en la elección", explica.