Al recibir esta mañana a los 40 arzobispos metropolitanos que recibieron el Palio en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa Benedicto XVI recordó que nada debe anteponerse al amor que cada católico debe tener a Cristo.
En su discurso a los arzobispos y sus familiares, el Santo Padre señaló que "el encuentro de hoy, sencillo y familiar, me ofrece la oportunidad de prolongar el clima de comunión eclesial y de renovar mi cordial saludo a los queridos hermanos en el episcopado, así como a sus familiares y a las personalidades que han querido participar en este feliz evento".
Según informa Radio Vaticano, en italiano, francés, inglés, alemán, español, portugués, letón y esloveno, el Santo Padre puso de relieve la importancia del ministerio episcopal al servicio de las respectivas comunidades, que les han sido confiadas, de acuerdo a la misión, en la caridad, en la esperanza y en el dinamismo de la fe.