"¿Por qué no regalar al Papa Francisco por Navidad una ayuda para los pobres?" Esta fue la idea de José Luis, un niño español de siete años, que se concretó el 18 de diciembre en  la audiencia general de los miércoles.

Según informó el diario de la Santa Sede, L'Osservatore Romano, José Luis es hijo de una de las seis mil familias que componen la cooperativa española Coren, de Orense (Galicia), la empresa de alimentación de la que provienen los 750 kilos de pollo.

Las religiosas del Real Monasterio de Santa Clara de Allariz –ubicado dentro de la ruta del Camino que lleva a la tumba del Apóstol Santiago-, también pertenecen a la cooperativa y se conoce que estas clarisas son especialmente conocidas por criar con métodos tradicionales las famosas pulardas (gallinas de calidad).

Listos para ser cocinados, las pollos serán distribuidos en algunas cantinas romanas para los pobres en nombre del Papa y con la ayuda del limosnero del Vaticano, Arzobispo Konrad Krajewski, se repartirá empaquetados en los diversos comedores para pobres que gestiona la Iglesia en Roma, entre los que se encuentran la casa "Dono di María" de las Hermanas de Madre Teresa de Calcuta, a escasos pasos del Vaticano.