Un niño con autismo interrumpió la Audiencia General de este miércoles al escaparse de su asiento, llegar hasta al Papa Francisco para intentar abrazarlo y darle la oportunidad de enriquecer su catequesis semanal.
El niño, de padres argentinos e identificado por los medios como Wenzel Eluney, se subió al estrado donde estaba el Papa y comenzó a tocar a uno de los guardias suizos que custodiaban al Pontífice.
Luego corrió donde el Papa a pesar de los ruegos de su mamá que intentaba llevárselo. "¿Cómo te llamas?", le preguntó Francisco al pequeño de siete años; sin embargo, la madre le dijo que su hijo "no puede hablar" y que tenía autismo. Entonces el Pontífice le dijo "dejálo, si quiere jugar acá, dejálo", mientras el menor se soltaba para seguir corriendo.