Una niña con anencefalia se ha convertido en un elocuente testimonio a favor de la vida en Brasil. Ya superó los diez días de vida contra todo pronóstico médico, y la dedicación de sus padres por cuidar de ella han planteado serias dudas sobre la intención de legalizar el aborto en el país para estos dramáticos casos.
Marcela de Jesús Ferreira nació el 20 de noviembre en Santa Casa de Patrocinio Paulista, una ciudad con cerca de 15 mil habitantes en la región de Ribeirão Preto. A los cuatro meses de gestación le diagnosticaron anencefalia, una malformación congénita que supone la pronta muerte del bebé debido a la carencia parcial o total de cerebro. Los bebés que nacen con esta malformación sobreviven solo horas o escasos días fuera del vientre materno.
La autora del proyecto de ley que pretende legalizar el aborto para casos de anencefalia, Jandira Feghali, dijo no sorprenderse por la resistencia de la niña pues asegura que algunos estudios indican que los bebés con esta malformación pueden vivir hasta tres meses después del nacimiento. Para la Feghali esta situación solo prolongaría el sufrimiento de la madre.