El Obispo de Jinotega (Nicaragua), Mons. Carlos Herrera Gutiérrez, expresó su disposición a servir de mediador entre el Gobierno de Daniel Ortega y los grupos rearmados "si se diera un diálogo sincero, un acuerdo para deponer las armas".

Así lo expresó el Prelado a la prensa el pasado 27 de octubre, donde señaló que "el diálogo sincero debe prevalecer por encima de las armas entre el Gobierno y los rearmados, porque la guerra no deja nada bueno".

La agencia Fides informó que las palabras del Obispo han sido motivadas por la tensión terrible que se vive en la zona. "La situación que se vive en las comunidades fronterizas entre los municipios de Pantasma y Wiwilí, afecta el desarrollo de los oficios religiosos de las parroquias", señaló.

El Prelado advirtió que en los últimos 15 días se ha visto una disminución sensible de los fieles en las parroquias de estas comunidades campesinas, ya que "principalmente los jóvenes, tienen temor a verse en medio de algún enfrentamiento que se pueda desencadenar en la zona".

Los grupos armados aparecieron en el norte del país en 2009, y desde julio de 2013 se han enfrentado varias veces con el ejército. En septiembre, dos miembros de los Consejos del Poder Ciudadano, una especie de comité que asiste al alcalde en las necesidades más urgentes de la comunidad, fueron asesinados en Wiwilí y Pantasma, presuntamente por grupos rearmados.

El Gobierno ha respondido con una mayor presencia del ejército y la policía en la zona. Esta última prefiere etiquetar estos grupos como "pandillas", mientras que ellos mismos se autodenominan "rebeldes contra el gobierno de Daniel Ortega".