27 de marzo de 2016 / 11:07 PM
El Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, explicó que el corazón de Dios está lleno de misericordia y por eso "nadie podrá poner límite" a su amor que siempre perdona.
Así lo indicó el Purpurado en la Misa Crismal el Jueves Santo en la que cientos de sacerdotes renovaron las promesas de su ordenación en la basílica de San José de Flores.
El Cardenal dijo luego que "solo se permanece delante de Dios si se es pequeño y mendicante. La gente que se acerca a nuestras comunidades tiene derecho a encontrarse con quienes han visto el rostro misericordioso del Señor, con quienes han estado con Dios, y habiéndolo frecuentado, reparten generosamente los bálsamos de su misericordia".