La presión de los musulmanes en España, que han amenazado con recibir dinero de organizaciones islámicas radicales si el estado no les proporciona recursos, ha logrado mover al gobierno socialista, que ahora ha anunciado oficialmente que buscará maneras de financiarlos.
Los musulmanes han elaborado un “Plan Integral de Desarrollo del Acuerdo de Cooperación con el Estado español que presentaron a la directora socialista de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico el viernes.
Las principales reivindicaciones islámicas, aceptadas en principio por el gobierno socialista incluyen la necesidad de impartir clases de religión islámica en las escuelas públicas y la dotación de fondos para las mezquitas, supuestamente con el fin de que “aquellas que operan en garajes puedan salir de la marginalidad”.