En su homilía de la Misa celebrada esta tarde (hora local) en la iglesia parroquial latina de la Santa Cruz, y en presencia de los sacerdotes, religiosos, diáconos, catequistas y representantes de los movimientos eclesiales de Chipre, el Papa Benedicto XVI señaló que el mundo necesita la Cruz de Cristo, pues sólo ella es capaz de darle la esperanza ilimitada que todo corazón humano anhela.
En su homilía el Santo Padre explicó que "el centro de nuestra celebración hoy es la Cruz de Cristo. Muchos podrían estar tentados a preguntar por qué nosotros los cristianos celebramos un instrumento de tortura, un signo de sufrimiento, derrota y fracaso. Es cierto que la Cruz expresa todas esas cosas. Y sin embargo, por aquel que fue colgado en la Cruz para nuestra salvación, también representa el triunfo definitivo del amor de Dios sobre todo el mal del mundo".
Luego de explicar una antigua tradición que dice que Seth, el hijo de Adán sembró el árbol del que luego se extraería la madera para la Cruz de Cristo y del misterioso significado que conlleva, el Papa Benedicto explicó a través de la historia del pueblo de Israel que se ve "claramente que el hombre no puede salvarse a sí mismo de las consecuencias de su pecado. No puede salvarse a sí mismo de la muerte. Sólo Dios puede librarlo de la esclavitud moral y física. Y porque amó tanto al mundo, envió a su Hijo unigénito, no para condenar al mundo –como la justicia parecía exigir– sino para que por Él el mundo se salve".