La jueza de Faltas de la ciudad de Santa Rosa (Argentina), Alicia Corral, impuso una multa a la parroquia Nuestra Señora de Fátima, dirigida por un sacerdote polaco llamado Alejandro, por tocar la campana y generar "ruidos molestos".
Según la jueza, el sonido de la campana, tocada tres veces al día durante ocho minutos, fue cuestionado por un grupo de vecinos. Dijo que si el sacerdote insiste en su actividad diaria, la campana será decomisada.
En diálogo con la prensa local, el sacerdote dijo que esta sanción se debe a "la maldad, a la ignorancia y a la lucha contra la Iglesia" de un "grupo de funcionarios" municipales.