Un grupo de sobrevivientes al aborto dio su testimonio en el Capitolio y pidió que el gobierno deje de financiar a Planned Parenthood, la multinacional abortista más grande de Estados Unidos acusada de traficar órganos de bebés.
Esta audiencia fue convocada para analizar las "horribles prácticas abortistas" que se realizan en las clínicas de Planned Parenthood y debatir si los afiliados de la organización deben seguir recibiendo los fondos federales, que provienen en su mayoría de Medicaid y de Title X.
Dos comités de la Cámara, el comité judicial y el comité de energía y comercio, han puesto en marcha investigaciones sobre la organización abortista. Una de ellas surgió a partir de las acusaciones de que estas clínicas trafican órganos y partes de los bebés abortados.