La prensa local informó que Ana Victoria Sánchez, una de las mujeres que demandó al Estado costarricense ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos porque éste no permite la fecundación in vitro, decidió retirar la polémica demanda al comprender que los hijos son un don de Dios y no puede arriesgar las vidas de los embriones muchas veces sacrificados en los procesos de fecundación artificial.
"Comprendí que ser padres no es un derecho, sino un don que da Dios, y aunque no sea fácil de aceptar, me di cuenta y lo acepté en mi corazón. Le diría a quienes desean ser padres y físicamente no lo pueden hacer, que acudan a la adopción, hay muchos niños que desean tener una familia y así podemos darles todo nuestro amor a esos niños que lo necesitan", explicó a la prensa.
Según informó el diario Extra, Ana Victoria Sánchez y su esposo adoptaron dos niños, asegura que ellos llenaron su hogar de alegría y los ama profundamente.