El nuevo Patriarca de Babilonia de los Caldeos (Irak), Mons. Luis Sako, afirmó que “con la ayuda de Cristo y la colaboración entre los obispos viviremos una unidad que nos permita reconstruir la casa caldea”, a pesar de las muchas dificultades que se enfrentan dentro y fuera del país.

Mons. Sako fue elegido recientemente como Patriarca de Babilonia de los Caldeos durante el Sínodo de los Obispos caldeos que se realizó desde el lunes pasado en Roma. Luego de su elección, el Prelado recibió la Ecclesiastica Communio enviada por el Papa Benedicto XVI.

El nuevo Patriarca, que ha elegido como lema “autenticidad, unidad y renovación”, afirmó que la casa caldea “siempre estará abierta a otras Iglesias - comenzando por nuestros hermanos asirios - y también a nuestros conciudadanos musulmanes”.

Según informó la agencia Fides, Mons. Sako dijo que “la Iglesia caldea debe ser un signo de esperanza, de testimonio y de comunión, a pesar de las dificultades, según la invitación y la llamada dirigida a todos nosotros por el Papa Benedicto XVI en su Exhortación Apostólica Ecclesia in Medio Oriente”.

Por ello, invitó a los iraquíes de todas las religiones a trabajar juntos "en defensa de la dignidad humana y la convivencia basada en la igualdad de derechos y obligaciones para todos los ciudadanos".