El nuevo Patriarca de la Iglesia caldea (Irak), Mons. Louis Sako, celebró este miércoles en la catedral de San José la Misa de entronización en la Sede patriarcal de Baghdad, donde expresó su confianza de que "la tormenta" que golpea a este país pasará.

Según informó la agencia Fides, en la homilía y después en un discurso pronunciado después de la Misa, Mons. Sako propuso nuevamente la visión y las directrices que inspirarán su ministerio, siempre teniendo delante la condición martirial compartida por tantos cristianos en Irak en los últimos años.

"Lo que hemos experimentado en términos de sufrimiento, angustia y derramamiento de sangre de nuestros mártires (…), puede, si lo deseamos, incorporarnos al misterio de Cristo, ayudarnos a reconocer la presencia de Dios entre nosotros, fortalecer nuestra esperanza en que el Espíritu Santo cambie y mejore los corazones de los hombres y las mujeres. La tormenta pasará", afirmó.

El Patriarca también anunció la convocatoria de un sínodo de la Iglesia caldea en Bagdad el 5 de junio, así como actualizar la liturgia y los métodos de enseñanza, renovando "con determinación y coraje las estructuras de nuestra Iglesia según el espíritu del Concilio Vaticano II y la Exhortación Apostólica 'Iglesia en Oriente Medio'".

Asimismo, reiteró su intención de cooperar en "todos los campos con la Iglesia Asiria de Oriente para lograr la unidad. Este año, si Dios quiere, será el último año en que celebramos la Pascua según dos calendarios diferentes, porque en el futuro de Irak, la Pascua se celebra en la misma fecha".

También anunció que se profundizarán los puntos de convergencia con "nuestros hermanos musulmanes, que Dios ama como nos ama a nosotros", "y respetaremos los puntos de diferencia. Es la voluntad de Dios la que nos ha creado diferentes".

Mons. Sako alentó a los cristianos a no abandonar el país. "Yo conozco sus miedos, pero los invito a vivir la realidad con fe y esperanza. No son una minoría en este país, están aquí desde hace dos mil años y forman parte del origen de este país. Junto con los musulmanes llegados de la península arábiga han contribuido a la construcción de la cultura árabe y musulmana a través de traducciones, escritos y la Casa de la Sabiduría.

"Han vivido junto con ellos el bien y el mal. ¿Por qué el pequeño rebaño tiene miedo ahora? (...). No se aíslen y no emigren, cualesquiera que sean las presiones a las que están sometidos, esta es su tierra y la contribución que pueden hacer no depende de su número, sino de su actitud", concluyó.