El Obispo de Alcalá de Henares (España), Mons. Juan Antonio Reig Pla, presentó el libro "La teología feminista, significado y valoración" del profesor Manfred Hauke en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, donde alentó a los católicos a orar por las feministas radicales y mostrarles con caridad la verdad.

El Obispo de Alcalá de Henares aseguró que en esta obra, "junto a la descripción de la teología feminista en sus distintos aspectos ofrece también una valoración crítica que nos ayuda a comprender los postulados de la teología católica".

Explicó que "lo que en un primer momento se presentaba como 'feminismo sufragista', que reclamaba el derecho a voto de las mujeres o la igualdad de derechos entre el varón y la mujer, ha ido evolucionando bajo el influjo de distintas ideologías", como la "dialéctica de los sexos" por parte del marxismo, el existencialismo de Simone de Beauvoir, las revueltas estudiantiles del mayo del ´68 francés con la "revolución sexual".

"En el ámbito cultural español el 'feminismo radical' es más conocido por sus pretensiones políticas y por sus vinculaciones con los movimientos que promueven el aborto, el ataque al matrimonio monógamo e indisoluble, y a la maternidad. Sin embargo, su capacidad de penetración en los mass media representa todo un reto para el pensamiento cristiano", indicó. Añadió que "el feminismo ideológico nos es más que un paso en el proceso de deconstrucción de la persona".

Dijo que ante esta realidad la Iglesia propone "una teología de la mujer" con la que profundizar sobre la vocación de la mujer en la Iglesia y la sociedad. En ese sentido recordó que Pablo VI afirmaba que "es evidente que la mujer está llamada a formar parte de la estructura viva y operante del Cristianismo de un modo tan prominente que acaso no se hayan todavía puesto en evidencia todas sus virtualidades".

"La mujer está llamada a ejercitar sus propios 'dones': en primer lugar, el don de su misma dignidad personal, mediante la palabra y el testimonio de vida; y después los dones relacionados con su vocación femenina", explicó el Obispo con palabras del Beato Juan Pablo II.

Mons. Reig Pla afirmó que la profundización en el ejercicio de los propios "dones" de la mujer "debe hacerse con fidelidad a la Sagrada Escritura, a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia", teniendo en cuenta al menos cuatro "verdades ineludibles".

"Cada uno de los dos sexos es, con una dignidad igual, aunque de manera distinta, imagen del poder y de la ternura de Dios" y que "somos tanto cuerpo como espíritu". El tercer punto explica que "la diferencia sexual no es un accidente sino constitutiva de la persona y desde esa diferencia somos llamados al amor" y "en el ámbito del matrimonio se hace lenguaje del amor en el abrazo conyugal abierto a la posibilidad del don de una nueva vida" y termina con el cuarto punto precisando que "la profundización de la contribución de la mujer no pasa por su 'clericalización'".

Indicó que ante la "teología feminista radical" que pone en el centro la emancipación de la mujer, "la enseñanza de la Iglesia propone el estudio teológico de la cuestión a la luz del designio amoroso de Dios: es lo que el Papa Francisco ha llamado 'una teología de la mujer'".

La obra de Manfred Hauke, "Teología feminista", secunda las palabras del Papa Francisco y repasa las enseñanzas del Concilio Vaticano II, la Carta apostólica 'Mulieris dignitatem' del Papa Juan Pablo II, entre otros documentos.

Durante la presentación del libro, Mons. Reig Pla llamó nuevamente a promover "un gran movimiento de mujeres católicas que puedan cultivar la impronta del 'genio femenino'".

"El escaso aprecio de sus capacidades y, a veces, incluso desprecio y prejuicios injustos es una situación que a pesar de algunos cambios significativos, perdura desgraciadamente aún hoy en numerosas naciones y en muchos ambientes del mundo", ha afirmado el Obispo y ha asegurado que hay que agradecer a todas aquellas persona que han trabajado "por los legítimos derechos de las mujeres y el desarrollo de la vocación que encierra su femineidad".

Finalmente aseguró que "a Iglesia también tiene una palabra para las personas que defienden los postulados del feminismo radical; a ellas se les debe, desde la verdad, respeto y amor; hay que proponerles, con caridad, la verdad y orar por ellas. 'Amor y verdad son dos nombres de la misma realidad, dos nombres de Dios'".