El Arzobispo de Mérida (Venezuela), Mons. Baltazar Porras, expresó su preocupación por la situación que vive el país desde hace mes y medio y que ha llevado a una violencia a la que urge ponerle fin; sin embargo, advirtió que la protesta es "producto de la angustia y desesperación que se genera por años del deterioro en la calidad de vida sin que se observe una respuesta efectiva para frenarlo".
"Este clima de zozobra, anarquía, destrucción y muerte, nos hace despreciar el tesoro mayor que tenemos: la vida y la tranquilidad a la que todos tenemos derecho para dedicarnos a la construcción del bien común", señaló este miércoles durante una rueda de prensa en la que también participaron el alcalde del municipio Libertador, Carlos García; y el rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci.
Por su parte, Bonucci también condenó "la violencia de los grupos armados que agreden a manifestantes indefensos". Dijo que ante esta situación, "la Iglesia puede hacer un trabajo muy importante como mediador entre las partes en conflicto".