El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, recordó que la Iglesia fue fundada por Dios y por tanto le pertenece a Él y no a "ninguno de nosotros - ni siquiera al Papa", y por ello no se le puede entender según los criterios del poder o la política.

"La única razón por la que la Iglesia existe es para evangelizar. Eso es importante recordar en este momento de transición. Es importante recordar que no se puede entender a la Iglesia en términos de poder, política o personalidades", afirmó el Prelado en su última columna enviada a ACI Prensa.

El Prelado recordó que el Papa Benedicto XVI ha advertido que "el gran sufrimiento del hombre -entonces y ahora- es éste: detrás del silencio del universo, detrás de las nubes de la historia, ¿existe un Dios o no existe? Y si existe este Dios, ¿nos conoce, tiene algo que ver con nosotros? Este Dios es bueno, y la realidad del bien ¿tiene poder en el mundo o no?".

El Arzobispo dijo que la misión de la Iglesia es responder a estas preguntas, especialmente ahora que "se ha hecho más fácil para las personas vivir sin Dios, y más difícil en nuestra cultura escuchar con claridad el mensaje de Dios".

"Este es el reto al que nos enfrentamos en todos los niveles de la Iglesia. Evangelizar quiere decir que tenemos que comunicar al mundo la buena nueva que Dios nos ha revelado en Jesucristo. Tenemos que hacer que el mundo sepa y entienda que en su Palabra podemos encontrar la salvación, la justicia y la paz", señaló.

Mons. Gómez recordó que durante el último Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, el Papa explicó que "la Iglesia no comienza con nuestro 'hacer', sino con el 'hacer' y 'el hablar' de Dios. De este modo, después de algunas asambleas, los Apóstoles no dijeron: ahora queremos crear una Iglesia… No, ellos rezaron y en oración esperaron, porque ellos sabían que sólo Dios mismo puede crear su Iglesia".

"Es siempre importante saber que la primera palabra, la iniciativa auténtica, la actividad verdadera viene de Dios y solamente si entramos con esta iniciativa divina, sólo si imploramos esta iniciativa divina, podremos también nosotros llegar a ser -con Él y en Él- evangelizadores", señaló.

Por ello, invitó a los fieles a orar y esperar "como los Apóstoles. Recemos a la espera de que el Espíritu Santo nos conceda un nuevo Papa. Y pidamos a Nuestra Madre Santísima, quien estuvo presente en aquel primer Pentecostés, que inflame nuestros corazones para que nuestro amor por la Iglesia crezca y para que podamos llegar a ser los nuevos evangelizadores que su Hijo nos invita a ser".