El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, afirmó que el Papa Francisco "es el rostro de la nueva esperanza de la Iglesia" y puede traer un importante mensaje para una reforma migratoria integral en Estados Unidos debido a que sus padres fueron italianos que llegaron a Argentina en busca de un futuro mejor.
"Nuestro nuevo Papa es el hijo de un inmigrante. Esto también es nuevo para un Papa en los tiempos modernos. Su padre era un trabajador ferroviario que llegó a Argentina desde Italia buscando una vida mejor. ¡Qué hermosa historia! ¡El hijo de un inmigrante humilde que ha llegado a convertirse en el líder de todos los católicos del mundo!", expresó en su última columna publicada en ACI Prensa.
Mons. Gómez señaló que la inmigración está cambiando el rostro de Estados Unidos y de la Iglesia local, pues los hispanos constituyen el 16 por ciento de la población del país e incluso un cuarto de los estadounidenses menores de 17 años son hispanos. "Lo mismo pasa en la Iglesia: los latinos representan más de la mitad de los católicos con menos de 25 años de edad", añadió.
En ese sentido, afirmó que ahora los latinos en Estados Unidos tienen un Papa que habla su idioma y "que entiende sus tradiciones y realidades culturales. Millones de inmigrantes pueden mirar a un Papa que conoce su experiencia, la de llegar a un nuevo país para empezar una vida nueva".
En su columna, Mons. Gómez también destacó que el nuevo Papa eligiera el nombre de Francisco, pues el nombre "representa en cierto modo la dirección que busca para la Iglesia".
"Para creyentes y no-creyentes, San Francisco representa el verdadero espíritu del Evangelio, con una vida de simplicidad material, servicio humilde a los pobres, amor por la creación, y una actitud anti-violencia y de perdón", explicó.
En ese sentido, el Prelado advirtió que junto a la pobre material está creciendo la "pobreza espiritual", que se caracteriza por "la indiferencia a la religión, de vivir como si Dios no existiera o como si la vida no tuviera mayor significado".
"Y para los estadounidenses, el nombre Francisco tiene una asociación más: sacerdotes misioneros y franciscanos inmigrantes fueron los primeros a traer el cristianismo a México, América Latina, y luego a nuestro país, especialmente a California", añadió.
Así, recordó que el Beato Junípero Serra, el gran apóstol de California, era franciscano y que el nombre original de la ciudad de Los Ángeles era El Pueblo de Nuestra Señora de los Ángeles, "por el nombre de la capillita donde San Francisco fundó su Orden".
Por ello, pidió que este pontificado despierte "las profundas raíces cristianas de este país y sus conexiones con las misiones de la Iglesia en México y América Latina".
"El Papa Francisco sabe que las Américas necesitan una nueva evangelización, un nuevo encuentro con la persona de Jesucristo y con su Evangelio de amor y salvación", afirmó.
Por ello, invitó a pedir "la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, la Madre de las Américas, y de San Francisco, para que podamos hacer de este nuevo momento de gracia en nuestra Iglesia, un tiempo de renovación espiritual en nuestras vidas, en la Iglesia y en la sociedad".
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