En su nueva columna semanal, Mons. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos) y mexicano de nacimiento, reflexionó sobre la misión que le encomendó la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego y que sigue vigente: "construir un santuario para Dios" en "todos los países del continente americano a través de nuestras obras de misericordia y de nuestros actos de amor" hacia el prójimo.
El Prelado recordó que en la Misa celebrada en Ciudad Juárez, el Papa llamó a los fieles a usar "sus dones para continuar la misión de Nuestra Señora de Guadalupe" en favor de los "pobres y oprimidos", entre ellos los millones de migrantes que sufren "la corrupción de sus líderes, de las bandas criminales, del tráfico de personas, de la violencia, pobreza e injusticia
económica".
El Arzobispo de Los Ángeles recordó que "la inmigración no es un tema político o económico; la inmigración tiene que ver con las personas. Y, en una medida cada vez mayor, tiene que ver con los niños y con las familias".