"El Concilio Vaticano II ha sido el concilio del laicado", afirmó el Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, en su carta pastoral semanal titulada "es la hora de los laicos", en la que exhorta a los fieles a cumplir con su papel dentro de la Iglesia y el mundo ante la próxima fiesta de Pentecostés.
Mons. Fernández afirma en su carta que "los fieles cristianos laicos tienen una identidad propia y una misión en la Iglesia y en el mundo. Son bautizados y confirmados, miembros de pleno derecho en la comunidad eclesial, partícipes del sacerdocio común de Cristo para ser en el mundo profetas, sacerdotes y reyes, para consagrar el mundo desde dentro e instaurar el Reino de Cristo en la historia, con la mirada puesta siempre en el cielo".
El Obispo explica que el gran despertar del laicado tuvo lugar a inicios del siglo XX, con el paso a la sociedad industrial. "La Iglesia entendió que sus hijos fieles cristianos laicos tenían que ponerse a la tarea de construir un mundo nuevo, uniendo sus manos con todos los que se esfuerzan en esta tarea desde distintas perspectivas".