16 de agosto de 2005 / 04:19 PM
En una de las tres Misas simultáneas de apertura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Colonia 2005, el Obispo de Osnabrück, Mons. Fran-Josef Bode, recordó que “Dios llama una y otra vez, y sin parar. No nos deja dormir cuando, exhaustos por las muchas experiencias negativas, queremos cerrar los ojos, o, cuando, dominados por la multitud exhaustiva de las ofertas, nos hemos dormido”.
El Prelado indicó que Dios “no desiste de llamarnos, de llamarnos por nuestro nombre, como a Samuel, de llamarnos por la unicidad de nuestra historia de vida, de nuestros dones y nuestras capacidades, y también de nuestras debilidades y nuestros errores”.
“Él llama en los anhelos de los jóvenes que buscan lo grandioso y magnífico; llama por medio de personas que nos despiertan por su vida digna de crédito; nos llama ante todo en la celebración de la Eucaristía y en los Sacramentos, en el Sacramento de la Reconciliación”, indicó.