El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, advirtió que el Estado que pretenda “monopolizar la acción educativa y social, no respeta la libertad ciudadana” y corre el riesgo de paralizar las iniciativas sociales.
Según Mons. García-Gasco, “la educación pública y la concertada no son un gasto sino una inversión social”, por lo que defendió la ayuda a proyectos educativos de iniciativa social que “no son ningún privilegio sino una práctica en toda Europa”.
El Arzobispo recordó que “el derecho de todos a la educación sólo se satisface adecuadamente cuando se potencia la iniciativa y la participación”.