24 de julio de 2009 / 05:28 PM
En la que constituye la primera ocasión en la que pronuncia una homilía sin leerla –en un evento de esta envergadura anunciado oficialmente– el Papa Benedicto XVI explicó que el verdadero poder que el mundo necesita para ser transformado es el del perdón y la Misericordia de Dios; pues sin una relación personal con el Señor, el hombre no es capaz de encontrar el norte de su vida.
Según informa Radio Vaticano, el Santo Padre inició su homilía de las Vísperas que presidió en la Catedral de Aosta, comentando un pasaje de la Carta a los Romanos, explicando que "en mi reciente encíclica (Caritas in veritate) he intentado mostrar la prioridad de Dios en la vida personal, en la vida de la historia, de la sociedad, del mundo". "Si la relación fundamental –la relación con Dios– no está viva, no se vive, entonces todas las demás relaciones no podrán encontrar su forma justa", indicó.
"Si Dios falta, si se prescinde de Dios, si Dios está ausente, falta la brújula para mostrarle al conjunto de relaciones (del hombre) cómo encontrar el camino, la orientación, adónde ir", precisó el Pontífice, ante los sacerdotes, religiosas y religiosas; así como representantes de movimientos de la diócesis de Aosta.