El Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz (Argentina), Mons. José María Arancedo, llamó a los argentinos a no perder el significado de la Misa dominical, pues se trata de un día festivo para la fe y la familia.

"Cuando se pierde el significado del domingo se empobrece el marco que sostiene una cultura de valores que cuida y eleva al hombre", advirtió en su última alocución radial.

Mons. Arancedo señaló que el hombre necesita una base o contexto cultural en el cual expresar su fe, pues esta "no es algo intimista o sólo espiritual sino que es sacramental, visible, y la celebramos como fuente de vida", tal como lo ha querido Cristo.

Añadió que la fe "vive en lo concreto de una cultura en la que se encarna y la enriquece desde el Evangelio. Esto se debe a que la fe se vive y asume el tiempo de nuestra historia en la que se encarna, pero no queda encerrada en sus límites, sino que nos abre a una esperanza que la trasciende y que es la vocación última del hombre. La fe nos purifica y libera de toda esclavitud".

"Estas reflexiones me permiten valorar el significado de la misa dominical como la importancia de ser un día festivo, tanto para la vida de la fe como de un tiempo dedicado a la familia, al encuentro, la amistad y a las obras de caridad", por lo que consideró "importante recrear una cultura del domingo como día festivo", afirmó.

El Arzobispo dijo que en esto tiene mucho valor el compromiso de la fe que permite al creyente "mostrar a la sociedad la necesidad de recrear una cultura que no deje al hombre encerrado en un mundo que se defina sólo en términos de comercio. En este sentido la fe, al rescatar la dimensión humana y espiritual del hombre, le recuerda un deber a la sociedad".