La Conferencia Católica de Minnesota, Estados Unidos (MCC por sus siglas en inglés) que representa la voz de la política pública de la Iglesia Católica en ese estado, expresó su decepción por la reciente aprobación de la ley estatal que incluirá  a las parejas del mismo sexo en la definición del matrimonio.

A pesar que MCC y otros líderes religiosos expresaron su preocupación por el bienestar social y la libertad religiosa en el estado, el gobernador demócrata, Mark Dayton, firmó el 14 de mayo el proyecto de ley aprobado el día anterior por el Senado de Minnesota con 37 votos a favor y 20 en contra. Previamente la ley había sido aceptada por la Cámara de Representantes con 75 votos a favor y 59 en contra.

Con esta aprobación, Minnesota pasa a ser el estado número 12 en cambiar la definición legal de matrimonio para incluir a las parejas del mismo sexo.

La organización religiosa advirtió que "los efectos sociales y legales del derecho de redefinir el matrimonio comenzarán a manifestarse en los próximos años - y señaló que por su parte - la Iglesia seguirá trabajando para reconstruir una cultura sana del matrimonio y la vida familiar, así como defender los derechos de los residentes de Minnesota a vivir su fe en la vida cotidiana y hablar la verdad en amor".

En el comunicado también se aclara que si bien la nueva ley incluye algunas disposiciones para proteger los derechos de conciencia de los clérigos y de otras instancias religiosas, por otro lado "no protege a las personas o instituciones no religiosas sin fines de lucro, ni a los propietarios de pequeñas empresas que mantienen sus creencias de larga tradición y que entienden al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer ".

Un grupo de pastores, rabinos, entre otras figuras religiosas, expresaron su preocupación por la norma; por lo que en abril enviaron una carta a la legislatura estatal que enfatiza la estabilidad que el matrimonio ofrece a las familias y a la sociedad.

En la carta también advierten que redefinir el matrimonio "degrada la comprensión cultural del mismo como un vínculo matrimonial entre dos adultos, y crea una profunda interferencia en el ejercicio de la libertad religiosa para las personas y las instituciones cuya fe y doctrina reconoce el fundamento espiritual del matrimonio exclusivamente como una unión entre un hombre y una mujer".

Los líderes religiosos indicaron además que "si el matrimonio se redefine en la ley civil, en las personas religiosas y otras organizaciones - independientemente de los fundamentos que basan sus creencias - deberán considerar las uniones del mismo sexo como el equivalente al matrimonio en  sus vidas, ministerios y acciones".

En una declaración anterior a la legislación, la MCC también advirtió de las consecuencias que significa "poner en marcha una transformación de la ley de Minnesota que se centra en acomodar los deseos de los adultos en vez de proteger el interés superior del niño".

Las normas acumulan "una injusticia que desgarra el tejido social", explicó la MCC y señaló que  además  "representa una grave amenaza a la libertad religiosa y los derechos de conciencia de los residentes de Minnesota", afirmando que este fracaso se traducirá en numerosas demandas y quejas en los tribunales.