El periódico New York Times informó que miles de campesinos chinos al sudoeste del país han reaccionado con violencia luego de varios meses de hostigamiento de las autoridades para que cumplan con la política del hijo único impuesta desde hace décadas en China.
Los hechos ocurrieron en el condado de Bobai, región autónoma de Guangxi, donde los campesinos se amotinaron ante las constantes sanciones económicas, controles de salud obligatorios para mujeres en los que se incluyen abortos y esterilizaciones forzosas, confiscación de propiedades y destrucción de sus casas por violar la política de un solo hijo.
En los últimos cuatro días, las turbas de manifestantes han destruido oficinas gubernamentales, vehículos y han sostenido enfrentamientos con la policía.