17 de noviembre de 2008 / 12:38 AM
En un artículo publicado en L'Osservatore Romano (LOR) titulado "Para un examen de conciencia", la periodista Lucetta Scaraffia explica que el miedo al sufrimiento del mundo actual es el "motor" de los promotores de la eutanasia. Ante éste, precisa, los católicos deben proponer los principios que contestan razonablemente los cuestionamientos que surgen de este temor exacerbado a sufrir.
Así lo indica Scaraffia al comentar el caso de Eluana Englaro, una italiana de 37 años condenada a la eutanasia por el Tribunal Supremo italiano que ha decidido, a pedido de su padre, retirarle los tubos que la alimentan e hidratan para causarle la muerte.
La periodista de LOR señala que ciertamente esta vez "ha operado el mecanismo del caso misericordioso: en esta circunstancia no del dolor de Eluana –¡de quien los médicos juran que no siente ya más nada y que no se dará cuenta que va a morir de hambre y de sed!– sino de su padre. Como si el padre, con la muerte de su hija, dejara de sufrir: y ésta es la paradoja que nadie ha sabido objetar".