El mensaje del Sínodo de los Obispos hace notar la importancia de cultivar los frutos positivos del Concilio Vaticano II y hace un llamado a corregir los abusos que se han introducido en la liturgia.
El mensaje afirma que el Concilio Vaticano II “ha puesto las bases necesarias para una reforma litúrgica auténtica”.
Los obispos, a través del mensaje, afirman estar “convencidos de que el respeto del carácter sagrado de la liturgia pasa por una fidelidad auténtica a las normas litúrgicas de la autoridad legítima”.