Inspirados en el pasaje del Evangelio de San Marcos "El reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia", los Obispos Católicos de la República africana de Sudán del Sur, emitieron un mensaje pastoral de esperanza y aliento dirigido no sólo a los cristianos sino también a toda persona de buena voluntad en el país y en la comunidad internacional, resaltando la importancia de velar por la paz y la libertad religiosa en la nación.

"Sabemos que la paz y la justicia sólo se puede conseguir con el diálogo y la colaboración", afirmaron los Prelados recordando las enseñanzas de la Encíclica  Pacem in Terris de 1963 escrita por el Pontífice y próximo santo para la Iglesia, Juan XXIII, que en la primera parte del documento señala también los deberes y derechos humanos.

Este mensaje de los Obispos sudaneses, es la conclusión del encuentro que ellos sostuvieron en la ciudad de Juba  del 12 al 15 de noviembre, donde también reflexionaron con las enseñanzas de la primera Encíclica del Papa Francisco, Lumen Fidei "que nos recuerda que no estamos solos ´la fe nace de un encuentro".

Los Prelados piden que se preste atención "a nuestras palabras de advertencia y esperanza" y también reconocieron con gratitud el trabajo para promover la paz que realizan los clérigos fieles, religiosos y laicos, "más aún con sus oraciones, sin la cual no puede haber éxito", animándolos a seguir adelante.

"La paz no vendrá sin el respeto a los derechos humanos y estos derechos están basados en los conceptos de la dignidad de cada persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios", expresaron.

También señalan que hay mucho que celebrar en la nueva República de Sudán del Sur, y que construir una nueva nación no es tarea fácil, muchas de las personas están viviendo en paz y democracia por primera vez en décadas, "existe libertad religiosa y la capacidad de practicar la fe sin obstáculos con  musulmanes, cristianos y seguidores de la religión tradicional africana".

Sin embargo, existe entre los ciudadanos una sensación de que "algo no anda bien" ya que existe paz en cuanto a la ausencia de una violencia generalizada, pero existe la preocupación por la corrupción y nepotismo que hay en el gobierno, "nuestros líderes deberían ser servidores y no patrones que buscan el poder para ellos y no para su propia comunidad".

Los Obispo agradecieron los esfuerzos de la comunidad internacional y las organizaciones sin fines de lucro que han ayudado a las comunidades locales en las dificultades durante los días de guerra. "Sudán del Sur seguirá enfrentan desafíos, y le pediremos ayuda a Dios para salir adelante con esperanza".

También hicieron mención al sufrimiento que padecen las personas afectadas por las inundaciones causadas por las fuertes lluvias que azotan el país que ha llevado que muchos hayan perdido sus viviendas, por tanto piden a Dios que les ayude a reconstruir sus vidas.

De la misma manera mostraron su solidaridad con el pueblo de Filipinas, donde muchos han muerto también por inundaciones.  El mensaje abarca entre tantos temas problemas locales que han sido solucionados o que se está buscando soluciones.

La Iglesia en Sudán del Sur goza de credibilidad y tiene autoridad moral para desempeñar un papel en el proceso de "la reconciliación que viene de Dios y que no se puede llevar a cabo sin Dios", por tanto la reconciliación de todos es su misión.