"Entre las mujeres que abortan, los principales determinantes socioeconómicos son la situación laboral y el estado civil. Las mujeres no casadas que conviven con su pareja tienen tres veces más posibilidades de abortar. Por eso el matrimonio reduce el riesgo de aborto", precisa Manuel Cruz, Director de la Fundación Vida.
"La situación laboral también es determinante para la aceptación del embarazo, porque en graves situaciones de soledad, la independencia de la mujer embarazada requiere independencia económica", explica el Director de la mencionada institución española.
En opinión de cruz, las mujeres en la península ibérica cada vez recurren más al aborto porque "existe una mentalidad anticonceptiva en la España de hoy. El aborto se utiliza con frecuencia como método anticonceptivo. Los restantes anticonceptivos no son sustitutivos, sino que unos llevan al ‘consumo’ de otros".