6 de junio de 2010 / 04:27 AM
Al finalizar la Misa en la que entregó el Instrumentum Laboris para el Sínodo de los Obispos de Medio Oriente, el Papa Benedicto XVI recitó el ángelus con los fieles de Chipre. En sus palabras previas a la oración mariana el Santo Padre resaltó que la Virgen es modelo de esperanza confiada en Dios que nunca abandona y que da las fuerzas para testimoniarlo ante el mundo.
El ángelus, dijo el Papa, es una oración que recuerda la aceptación de la Virgen María de "la invitación para convertirse en la madre de Dios". "A través de su ‘sí’ la esperanza de los tiempos se convirtió en realidad, Aquel que Israel había esperado por mucho tiempo vino al mundo, a nuestra historia. Sobre él el ángel prometió que su reino no tendría fin", señaló.
"Unos treinta años más tarde, cuando María estaba de pie ante la cruz, debió haber sido difícil mantener viva la esperanza. Las fuerzas de la oscuridad parecían haber ganado ventaja. Sin embargo, en lo profundo, debió haber recordado las palabras del ángel. Incluso en medio de la desolación del Sábado Santo, la certeza de la esperanza la llevó hacia la alegría de la mañana de Pascua".